Mi experiencia en grandes organizaciones me ha dejado un curioso comentario: Las empresas toman la mitad de su tiempo haciendo el plan para el próximo año y la otra mitad haciendo cierres para evaluar por qué no se cumplió lo planeado. Desafortunadamente, esto no está muy alejado de la realidad, y lo peor es que estas labores no le generaron mayor valor a la compañía y sus equipos se desviaron de hacer lo fundamental: Por ejemplo, mejorar procesos y garantizar una mejor experiencia al cliente.
¿Está mal tener planes y presupuestos? Obviamente no, y mucho menos dejar de evaluarlos. ¿Entonces qué es lo que falla en este proceso y qué puede hacerse mejor? Voy aquí a plantear varios aspectos, que son de utilidad tanto a pequeños como grandes negocios:
1. Identificar claramente cómo voy a medir el éxito y escoger pocos indicadores para ello: A veces las organizaciones se ahogan en un mar de indicadores, pero no logran identificar cuáles son los más importantes. Resumir el éxito de la empresa en 3 indicadores, puede ser fundamental. Por ejemplo, uno enfocado al crecimiento, otro a la rentabilidad, y otro a la satisfacción de clientes.
2. Crear un proceso que capture la data que alimenta los principales indicadores: A veces las compañías saben lo que quieren medir pero no tienen la información requerida o no se encuentra con la calidad disponible. Es necesario que al momento de definir un indicador se verifique que se cuenta con todo lo requerido para medirlo adecuadamente y que toda la organización lo lea de la misma forma.
3. Usar los indicadores no sólo para medir resultados, sino para inspirar a los equipos: A menudo se encuentra que las personas sienten que las metas de la compañía son lejanas a ellos, o simplemente influyen en un bono. Para que las metas no sean solamente algo para revisar a final de mes, hay que hacer a cada integrante partícipe de la misma, a través de un componente inspiracional: Cómo mi trabajo ayuda a llegar a la meta, así parezca la labor más pequeña, es de gran impacto para alcanzar los indicadores.
4. Agilidad para ajustar las metas al entorno: En un ambiente tan cambiante y turbulento, es necesario contar con flexibilidad para ajustar las metas, y enfocar prioridades. Aspectos como el Covid, los estallidos sociales y la incertidumbre macroeconómica están fuera del dominio de la empresa, pero si logran adaptarse a los cambios y redefinir metas, se tendrán equipos mayor motivados y enfocados en las mismas.
Estos son sólo algunos aspectos fundamentales, habrá otros que podremos revisar en otra oportunidad. ¿Qué aspectos adicionales consideran son claves para una buena gestión de plan e indicadores en las empresas?
Diego Forero
MBA- Manchester Business School – Administrador de Empresas y MSc – Ing. Industrial- Universidad Nacional de Colombia. Apasionado por la innovación, gestión de datos y analítica. Poniendo los talentos al servicio de una comunidad que emprende y abre espacios para todos.