II etapa: cofundador
En esta etapa, una vez se ha trabajado en un prototipo de la idea, y se han hecho las primeras investigaciones o test de mercado (En otro artículo hablaremos de estos test), conviene ir compartiendo este sentir con posibles socios o interesados en aportar con trabajo y experticia. Esta es una de las búsquedas más cruciales y etapas más complicadas de superar (aunque no del todo obligatoria); ya que, no hay realmente una única forma de encontrarlo, se puede presentar hasta por coincidencia, “serendipity” (Casualidades de la vida) dirían en el sillicon Valley, o con viejos conocidos de la universidad o el trabajo.
Pero antes de encontrar el co-founder o socio fundador (No confundir con el rol de Inversor, ya que el Socio fundador, se remanga la camisa y rema con nosotros), hay que preguntarse por qué un Cofundador?. Quienes han pasado por el duro camino del emprendimiento van a decirlo unánimemente; porque es un camino muy difícil para andarlo solo, y sabemos que nuestra cultura de desconfianza (justificada muchas veces) e individualismo conveniente (para que se hagan las cosas como yo diga) va a ser esto muy difícil de lograr. Pero ánimo, siempre es bueno considerar a los candidatos, eso si con un mínimo filtro de aceptación, pues es una relación profesional a largo plazo, y con temas delicados de por medio, por tanto deben estar alineados en valores, visión, compromiso, mas no es necesario saber hacer las mismas cosas, ya que de eso se trata remar entre dos, de complemento.
En Esta etapa llegas a ceder hasta el 50% de la propiedad de la futura empresa. Y aquí hay que hacer un alto.
Si bien se pueden negociar muchas formas de porcentajes, y debería estar basado en el aporte de cada uno (horas de trabajo, aportes en especie, contactos y demás).
Lo ideal es el 50 % y cantidad de aporte similar. Sin embargo, hay una metodología que permite hacer esto de una manera más calculada y justa pero yo la dejaría para una etapa más avanzada, aunque es posible usarla aquí, sería más conveniente para los primeros trabajadores talentosos con participación. Se llama Slicing Pie (este se ampliará en siguientes entradas para el camino del enjambre).
Cabe finalizar con un punto importante, y es que no se plantea una sociedad preferiblemente hasta después de un TIEMPO trabajando en alianza y sin participación de acciones, osea pequeños negocios, consultoría, etc.
Si la relación profesional es satisfactoria y los dos se alinean en valores y Visión, así no tengan las mismas habilidades, un buen contrato con cláusulas de participación y salida (retiros, venta de la empresa, nuevos inversores, responsabilidades y cualquier escenario de ruptura) podría dar inicio a la sociedad.
Continuaremos en la próxima entrada con la siguiente etapa, si gustas déjame tus comentarios, dudas y experiencias de esta primera etapa, aquí aprendemos juntos.
Nos vemos en el próximo.
Iván Leonardo Chavarro Martínez
Ingeniero Electrónico de Telecomunicaciones y Audiovisuales (Universidad San Martín)
CEO en L-Mental Games S.A.S & L-Mental Tech.
Amante de los negocios y la tecnología aplicada al crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo, también de los datos y la inteligencia artificial, así como de la creatividad, la lúdica (videojuegos), las imágenes y el arte.
Data Analyst and Data Science student in Stanford online.